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29 de septiembre de 2009

Merendando sopa

Los niños vienen de fábrica sin ningún complejo ni estereotipo. Ni con la moda (puede que les haga feliz llevar dos calcetines diferentes), ni con la comida (mi hijo en McDonals mojaba las patatas fritas en el yogur).

Al crecer nos vamos encasillando según las costumbres de nuestro país y nos acostumbramos a que no se come lentejas en el desayuno, ni se merienda sopa. Pero cuando nuestra variedad de alimentos aptos se reduce tenemos que volver a la infancia y atrevernos a probar cosas nuevas.

La última vez que estuve en Boston, ciudad que me encanta, era una calurosa y húmeda tarde de finales de agosto. Paseando, paseando llegamos a Quincy Market. Antiguo mercado emblemático de la ciudad en donde paramos a merendar. Para mí la merienda es un café con algo de bollería. Como hacía mucho calor hubiera preferido un zumo o refresco con algo salado para picar, pero cuando empecé a ver qué opciones tenía, las posibilidades se redujeron. Así que después de preguntar un rato y olvidarme de mis estereotipos decidí merendar lo más típico del lugar: Clam Chowder. Una deliciosa sopa de almejas y patatas muy típica de la zona de Nueva Inglaterra. Le pregunté al empleado si llevaba gluten y me dijo: “¡Qué casualidad! Justo otra persona me acaba de preguntar lo mismo. Puede comerla sin problema porque se hace con almidón de maíz (corn starch)”. Así que a pesar del calor y lo que sudé, disfrute mucho mi “merienda”. Algo que me encanta de Estados Unidos es no tener horarios para comer.

19 de septiembre de 2009

Volando sin gluten

Vuelo Madrid-Amsterdam-Boston.

De Madrid a Amsterdam con KLM no hay posibilidad de menú apto para celíacos. No hay comida por ser un vuelo corto, sin embargo a los pasajeros “normales” les ofrecen dos sándwiches pequeños que se veían bastante ricos, uno de queso y otro de pavo con mostaza. No tenían nada para celíacos, pero tampoco nos descuentan el precio de la merienda. GRRR

El resto del vuelo de Amsterdam a Boston con Delta si tenía menú para celíacos. Lo bueno, es que te lo sirven de primero antes que el resto y no pasas hambre. Eso sí, el pan es incomible. De esos arenosos que se te hace bola en la boca y no te pasa. Pero bueno, como es lo único que hay te lo comes porque no tienes alternativa.

En el vuelo de regreso Boston-París de AirFrance había pedido menú especial para celíacos. No me acuerdo que había de comida, pero de postre me trajeron fruta y una tortita de arroz sin sal (súper sosa). Y al resto de los pasajeros de postre les trajeron un pudín de chocolate, que estaba bastante más rico que mi tortita de arroz sosa y además en la etiqueta decía (Gluten free). Ya nos podían haber puesto el pudín a todos.