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25 de agosto de 2010

Comida submarina sin gluten

Supongo que las algas, mariscos, moluscos y demás bichos marinos no contienen gluten, pero en este caso no me refiero a los alimentos sino al restaurante submarino del Oceanogràfic en Valencia.

Uno de los principales atractivos de la ciudad de Valencia (España) es “La Ciudad de las Artes y las Ciencias”.   Es un complejo de edificios espectaculares dedicados a la cultura y al entretenimiento diseñados por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava.

Ya conocía el Oceanogràfic (un espectacular acuario con especies marinas de todos los rincones del mundo), pero no había tenido la suerte de comer en su restaurante submarino. Es espectacular.

Al entrar encuentras un espacio amplio con mucha luz lleno de enormes lámparas que te recuerdan a medusas gigantes. Luego bajas unas escaleras hasta el nivel inferior dónde verás un precioso bar de madera oscura en forma de proa de barco y luego llega al comedor circular rodeado por peces plateados y mantarrayas que nadan sincronizados en círculos dando la sensación de que navegas en un submarino. Si has visto la película buscando a Nemo creerás que estás en ella rodeado por los peces luna que indicaban las direcciones. La decoración es impecable y la comida exquisita. El precio es bastante caro (acorde con el lugar) y se recomienda hacer reserva. Nosotros conseguimos unos cupones de 2x1 para la entrada del Oceanografic y lo que nos ahorramos en entradas lo gastamos en el restaurante (agregando unos cuantos euros más, claro). :-)

1 de agosto de 2010

Guías para viajar sin gluten.

Me encanta viajar. Lo disfruto desde el momento en que decido hacerlo. Preparar el viaje es parte de la diversión. Mi marido “el contento” y yo nos repartimos las tareas de la organización: buscar el alojamiento, los billetes, los sitios de interés, preparar mapas, GPS, cámara, etc. Pero cada vez se ha vuelto más complicado.

Recuerdo cuando, hace años, ibas a una agencia de viajes y les decías: Quiero pasar unos días en Lanzarote. Te preparaban 2 o 3 opciones, tú elegías y pagabas.

Ahora se hace todo por Internet. Es más barato, pero hay un millón de opciones. Mientras más tiempo pasas buscando, más opciones encuentras. Empiezas muy animada y luego parece que hay más hoteles que personas. Si las fotos son feas, ni lo piensas. Si las fotos son bonitas, piensas que a lo mejor son del año 77 cuando lo inauguraron.

Luego lees los comentarios de los usuarios y no se ponen de acuerdo. Uno dice que es perfecto y el otro dice que muy aburrido. Todos tienen expectativas diferentes. No es lo mismo una pareja joven que una familia con 5 niños. No es lo mismo una familia alemana que una española. Sobre todo por los horarios de comida. Si unos cenan a las 6 de la tarde y los otros a las 10 de la noche, nunca puedes hacer felices a todos.

A veces encuentras un hotel que te gusta todo (el precio, los servicios que ofrecen, etc.) pero la web es horrible. Eso te hace pensar que no prestan atención a los detalles y seguro la cortina del baño estará llena de moho. Luego te encuentras con una página web espectacular y el hotel no corresponde. Esto es de locos. Podemos pasar varios días buscando hoteles sin ningún resultado.