Guías para viajar sin gluten.

Me encanta viajar. Lo disfruto desde el momento en que decido hacerlo. Preparar el viaje es parte de la diversión. Mi marido “el contento” y yo nos repartimos las tareas de la organización: buscar el alojamiento, los billetes, los sitios de interés, preparar mapas, GPS, cámara, etc. Pero cada vez se ha vuelto más complicado.

Recuerdo cuando, hace años, ibas a una agencia de viajes y les decías: Quiero pasar unos días en Lanzarote. Te preparaban 2 o 3 opciones, tú elegías y pagabas.

Ahora se hace todo por Internet. Es más barato, pero hay un millón de opciones. Mientras más tiempo pasas buscando, más opciones encuentras. Empiezas muy animada y luego parece que hay más hoteles que personas. Si las fotos son feas, ni lo piensas. Si las fotos son bonitas, piensas que a lo mejor son del año 77 cuando lo inauguraron.

Luego lees los comentarios de los usuarios y no se ponen de acuerdo. Uno dice que es perfecto y el otro dice que muy aburrido. Todos tienen expectativas diferentes. No es lo mismo una pareja joven que una familia con 5 niños. No es lo mismo una familia alemana que una española. Sobre todo por los horarios de comida. Si unos cenan a las 6 de la tarde y los otros a las 10 de la noche, nunca puedes hacer felices a todos.

A veces encuentras un hotel que te gusta todo (el precio, los servicios que ofrecen, etc.) pero la web es horrible. Eso te hace pensar que no prestan atención a los detalles y seguro la cortina del baño estará llena de moho. Luego te encuentras con una página web espectacular y el hotel no corresponde. Esto es de locos. Podemos pasar varios días buscando hoteles sin ningún resultado.



Ahora la cosa se complica aún más. Hay un problema adicional ¿Tendrán comida para celíacos? ¿El restaurante del hotel tendrá opciones aptas para mí? Un criterio más en la búsqueda. Después de 3 días no tienes nada. Entonces tratas de organizarte. No sabes si empezar a buscar por zona o por menú sin gluten. Haces una hoja de cálculo y empiezas a llenar casillas: Aire acondicionado, cercanía de la playa, piscina, menú sin gluten, estacionamiento, etc. Te das cuenta de que te falta llenar muchas casillas y tienes que empezar a revisar todos los hoteles de nuevo. Luego los precios. El mismo hotel puede tener diferentes precios depende de dónde lo reserves. AAAHHHH!

Toda esta reflexión surge porque he decidido que quiero ir a las Islas Baleares. He empezado a buscar y decidido compartir con mis amigos celíacos un par de cosas interesantes que he descubierto. En la web de la Asociación de Celíacos de Baleares  encontré una lista de hoteles que tienen menús sin gluten para los huéspedes. Además de los que listan, descubrí que también la cadena Iberostar los ofrece. En uno de los hoteles que recomienda esta web, el “Hotel Don León” en Colonia Sant Jordi, Mallorca, la persona que contestó mi llamada (Maricarmen) me comentó que tienen un pastelero que se esmera en mimar a los huéspedes celíacos y hasta les prepara unos helados especiales. Un buen dato. Además, las playas de la zona son ESPECTACULARES según mi amigo L que vive en Mallorca. Las fotos lo confirman. Cuando decida mi opción la probaré y la recomendaré (si se lo merece, claro), je, je

También en esta web encontré algo que me encantó. Una guía de Mallorca sin Gluten elaborada por Carmen que tiene un niño celíaco. En ella ya encontré un lugar donde fabrican las Deliciosas Ensaimadas Mallorquinas sin gluten, claro. Seguro que voy a probarlas.

Si cada uno de nosotros hiciera una pequeña Guía Sin Gluten de su zona sería más fácil viajar por el mundo.

Prometo hacer una de mi zona y promocionar todas las que me envíen.