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24 de julio de 2010

Helados sin gluten en el País Vasco y en Madrid

Acabo de hacer una escapada al País Vasco (precioso) y me sorprendió la cantidad de heladerías que había. En San Sebastián había muchas, muy bonitas y apetecibles. De vez en cuando entraba a alguna de ellas y preguntaba si tenían helados sin gluten. Es muy frecuente que te digan que los sorbetes (los que son de frutas) no tienen gluten, pero siempre está el problema de la contaminación porque sirven todos los helados con la misma cuchara.

Mi buena amiga B que conoce muy bien la zona y siempre está pendiente de sus amigas celíacas me recomendó la Heladería Boulevard (Alameda Boulevard, 20, San Sebastián) que tiene helados sin gluten y están envasados en tarrinas independientes. Así no tienes que preocuparte por la forma de servirlo. Son enormes para una persona, pero me lo comí TOOODO. Elegí una que tenía mitad chocolate y mitad avellana. Sabía a Nutella. Delicioso. Pura glotonería.

En la calle San Pedro en Hondarribia hay una heladería que sólo tiene helados de yogur (me aseguraron que era puro yogur sin nada más) y luego le puedes poner encima diferentes tipos de mermelada y otros toppings, pero ahí ya era más difícil saber cuáles son seguros.

A muchos kilómetros de ahí, en Majadahonda, Madrid (C.C. Montes del Pilar, C/ Valgrande, 1) acaban de inaugurar la heladería argentina “Dolcelatte” con helados aptos para celíacos y para intolerantes a la lactosa. Cuando mencioné que era celíaca me dieron una lista con los sabores aptos. Carolina, la chica que me atendió buscó una cuchara que tenía guardada, la lavó y me sirvió de la parte de abajo que no había sido tocado. Ella me comentó que son cuidadosos, pero tenemos que comentar que somos celíacos para que puedan hacerlo con cuidado. Probé el de Dulce de Leche Tentación. Muuuuy rico.  Hay otra en Alcobendas, Madrid (Paseo de la Chopera 125).

Los helados son siempre una opción apetecible en el verano… y hablando de verano ayer preparé una sopa fría llamada Vichisoise (crema de patatas y puerros) y quedó deliciosa. Es fácil de preparar y sirve tanto calentita en invierno como fría en verano. En el Monasterio de Piedra (Zaragoza) una vez me la sirvieron fría en pequeños vasitos como aperitivo, decorada con cebollino. Deliciosa. Aunque no tengo problemas en comer sopas calientes en verano. Cuando tenemos tan pocas opciones para comer hay que ser un poco más flexibles y olvidarse de estereotipos, como escribí en uno de mis primeros artículos (desde Estados Unidos) que se llama "Merendando Sopa".

Bueno, ya está bien de hablar de comida. Me voy un ratito a descansar, aprovechando que es sábado, antes de pensar en la cena.

1 comentario:

  1. ¡¿No me digas que en la Helladería Boulevard hay heladitos ricos, ricos y sin gluten?!
    Mi chico es de Donosti y esa heladería me encanta, así que cuando volvamos en agosto me pienso pasar a por mi heladito sin gluten.
    (Adría... a que me llevas a la la heladería sin gluten de Donosti)
    Jaja, como se entere mi supersuegri me compra unos 5 kilos de helado.

    Enhorabuena por tu premio.

    Arturo.

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