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25 de marzo de 2010

Chocolate en Valladolid con el cacao que trajo Colón de América

Estuve de paseo por Valladolid y mientras esperábamos que abrieran la Casa-Museo Colón nos fuimos a tomar un café a una cafetería rinconcito en la Plaza San Juan (calle de Los Reyes). Tenían una carta de chocolates de taza que se veían deliciosos. Le pregunté a la empleada si sabía si tenían gluten. Ella, muy amablemente me trajo los sobres para leer los ingredientes y aunque no decía nada sospechoso tampoco decía explícitamente “sin gluten”.


No  me atreví a tomarlo, pero apunté la marca y luego me metí en la web: www.cafento.com y www.eraclea.it (la marca de los chocolates). Los he contactado y me han respondido lo siguiente:

Los chocolates Eraclea, están elaborados con materias primas sin gluten y nuestros proveedores lo pueden certificar en cuanto se necesite.

Eraclea transforma y embala todos los ingredientes en un ambiente sin presencia de gluten.

Lamentablemente, nuestros productos son vendidos a terceras partes como son en este caso, los hosteleros, que a veces añaden a nuestro chocolates acompañamientos que si contienen gluten, como son adornos de chocolate, aromas... que hacen de nuestro producto no sea apto para celiacos.

Cualquier duda que le surja, puede ponerse en contacto con nosotros.


Así que si se prepara el chocolate sólo con leche es apto para nosotros. Ahora tendré que volver a Valladolid a tomarme aquel rico chocolate.

En Estados Unidos, todos los fabricantes publican, en el envase, un teléfono gratis de información al cliente. Sería ideal si en España sucediera lo mismo. Es muy cómodo cuando estás leyendo los ingredientes de un producto en un supermercado poder contactar al fabricante (gratis) y preguntarle sobre el gluten o cualquier otra duda.

Por cierto, recomiendo la visita de la Casa-Museo Colón. Muy bonita y moderna.

Otra cosa, si van a Valladolid en AVE hay que acordarse de llevar algo para el tren. Me parecía recordar que en el vagón cafetería sólo venden bocadillos así que fui a la cafetería de la estación de Chamartín a ver que podía llevarme. No había muchas opciones además de bocadillos y bollería, así que compré una ración de tortilla de patatas para llevar. Me la comí en el tren (obligada porque no estaba nada buena. Era muy harinosa. Blaahhhh). De todas formas el trayecto es muy corto (50 minutos) y no hace falta llevar muchas provisiones. Para trayectos más largos, me he enterado que si vas en preferente y pides menú para celíacos, te lo traen sin gluten, sin sal, sin azúcar y sin sabor. Vamos como si estuviéramos todos los celíacos a dieta de adelgazamiento. A mi me pasó algo parecido en Air France. Lo conté en el post "Volando sin gluten"

Hasta la próxima escapada

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